"Lo que Dios unió, no lo separe el hombre": Un Mandato Divino para la Unión Matrimonial

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En el corazón del Evangelio de Mateo, encontramos una poderosa declaración acerca del matrimonio, un mandato divino que ha resonado a través de los siglos: "Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" (Mateo 19:6). Esta frase, pronunciada por Jesús, no es simplemente una frase poética, sino una verdad profunda que habla de la naturaleza sagrada del matrimonio y su propósito dentro del plan de Dios.

El Matrimonio como Unión Divina

Para comprender la profundidad de este mandato, es fundamental entender la perspectiva de Jesús sobre el matrimonio. Él no lo ve como una simple unión legal o social, sino como una unión divina. Jesús, en su interacción con los fariseos y los discípulos, revela que el matrimonio tiene sus raíces en la creación misma. En Génesis encontramos la base para la unión matrimonial: "Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él" (Génesis 2:18). Dios, al ver la soledad del hombre, crea a la mujer como su compañera, una ayuda idónea, una unión que completa al hombre.

Jesús enfatiza que Dios mismo unió al hombre y a la mujer en el matrimonio, creando una unión tan profunda que se convierte en "una sola carne" (Génesis 2:24). Esta unión, según Jesús, no solo es física, sino también espiritual. Es una unión que refleja la relación entre Cristo y su Iglesia. El matrimonio se convierte en un símbolo de la unión íntima y profunda que Dios desea tener con su pueblo.

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El Divorcio: Un Desafío a la Unión Divina

Jesús, al hablar del matrimonio como una unión divina, también aborda la compleja cuestión del divorcio. En Mateo 19, se enfrenta a la ley mosaica que permitía el divorcio por motivos insignificantes. Jesús, sin embargo, revela que el divorcio, excepto en casos de infidelidad, es una violación del diseño original de Dios para el matrimonio.

La dureza de corazón del pueblo llevó a Moisés a permitir el divorcio, pero Jesús recuerda que "desde el principio no fue así" (Mateo 19:8). El divorcio, para Jesús, es un rompimiento de la unión divina que Dios estableció desde el principio. Romper un matrimonio que Dios ha unido es desafiar su propósito para la relación. Jesús aclara que quien se divorcia sin causa de adulterio y se casa con otra persona, está cometiendo adulterio (Mateo 19:9). Esta enseñanza enfatiza la importancia de la fidelidad y el compromiso dentro del matrimonio.

“Lo que Dios unió, no lo separe el hombre”: Una Guía para la Vida Matrimonial

La frase "lo que Dios unió, no lo separe el hombre" no es solo un mandamiento, sino una guía para la vida matrimonial. Es un llamado a la unidad, a la fidelidad, al compromiso y al respeto mutuo. Es un recordatorio de que la base del matrimonio no es el deseo humano, sino la voluntad de Dios. Cuando nos encontramos con desafíos en nuestro matrimonio, esta frase nos recuerda que la unión que Dios ha establecido es más fuerte que cualquier dificultad que podamos enfrentar.

Consejos para aplicar el mandato:

  • Cultivar la comunicación y el entendimiento mutuo: Hablar con sinceridad y escuchar con atención las necesidades del otro es fundamental para una relación sana.
  • Priorizar el perdón y la reconciliación: Las parejas no son perfectas, cometerán errores. El perdón y la reconciliación son esenciales para sanar heridas y fortalecer la unión.
  • Buscar la guía de Dios en la toma de decisiones: Orar juntos, pedir sabiduría y orientación de Dios es un paso fundamental para construir un matrimonio sólido.
  • Cultivar el amor y la intimidad: Expresar amor verbal y físicamente, dedicar tiempo al otro y buscar momentos de intimidad y conexión son esenciales.
  • Ser paciente y perseverante: El matrimonio es un camino que se recorre juntos. La paciencia, la perseverancia y la fe en Dios son esenciales para superar los desafíos y construir un matrimonio sólido y duradero.
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Conclusión:

La frase "lo que Dios unió, no lo separe el hombre" es un recordatorio de la santidad y la importancia del matrimonio. Es un llamado a la fidelidad, al compromiso y a la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras relaciones. Al aplicar estos principios en nuestra vida matrimonial, podemos experimentar la bendición de una unión fuerte y duradera, que refleja el amor y la fidelidad de Dios.

¿Qué significa “lo que Dios unió, no lo separe el hombre”?

Este versículo, encontrado en Mateo 19:6, habla de la unión sagrada del matrimonio creada por Dios. Significa que el matrimonio es una unión establecida por Dios, no por los humanos, y por lo tanto, no se debe romper fácilmente.

¿Por qué Jesús cita Génesis 2:24 en Mateo 19:5-6?

Jesús cita Génesis 2:24 para demostrar que el matrimonio es una unión creada por Dios desde el principio. El versículo habla de que el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, convirtiéndose en una sola carne. Este pasaje destaca la unión profunda e indivisible que Dios creó entre el hombre y la mujer.

¿Jesús estaba diciendo que el divorcio nunca está permitido?

Aunque Jesús afirma que Dios unió al hombre y a la mujer, también reconoce que Moisés permitió el divorcio por la dureza de corazón del pueblo. Sin embargo, Jesús enseña que el divorcio solo está justificado en caso de adulterio.

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