Las fascinantes historias de Kaang y los bosquimanos: Un viaje a la mitología africana

Índice
  1. Los bosquimanos: Un pueblo con una rica historia y mitología
  2. Kaang: El dios benevolente y creador de todo
    1. El mito de la creación de los bosquimanos: Kaang y el origen de la humanidad
    2. La familia de Kaang y sus historias
    3. El enfrentamiento de Kaang con las espinas: Su última batalla y la lección de humildad
    4. El legado de Kaang y los bosquimanos: Una mitología que perdura

Los bosquimanos: Un pueblo con una rica historia y mitología

Los bosquimanos, también conocidos como el pueblo san, son una tribu indígena que reside en el sur de África. Son conocidos por su relación con los pigmeos y los hotentotes, compartiendo su baja estatura, sus lenguas complejas y su rica mitología. Generalmente sus tribus eran pequeñas, haciéndolos vulnerables cuando la amenaza del colonialismo los llevó a regiones como Namibia y el sur de Angola. Sin embargo, sus mitologías siguen vivas.

Kaang: El dios benevolente y creador de todo

En la mitología de los bosquimanos, Kaang es una figura central, un dios benevolente y creador de todo. También conocido como Kang, Cagn, Khu, Kho o Thora, Kaang representa la bondad y la creación. En contraste, los bosquimanos también creían en una figura diabólica llamada Gauna o Gawa, el señor de los muertos y la fuente de todo lo negativo en el mundo.

El mito de la creación de los bosquimanos: Kaang y el origen de la humanidad

Kaang fue el primer ser y el creador de todas las cosas. Creó un árbol con ramas que se extendían por toda la tierra. En ese momento, los humanos vivían bajo la tierra y Kaang creó un agujero en la base del árbol, permitiéndoles salir a la superficie. Les advirtió que no podían usar el fuego, pero el frío de las noches los llevó a hacerlo. Así, crearon el fuego y tuvieron calor, pero las consecuencias de este acto hicieron que todos los animales huyeran, asustados de las llamas. De esta manera, los humanos perdieron parte de su conexión con los animales, incluyendo la capacidad de comunicarse con ellos.

La familia de Kaang y sus historias

Kaang estaba casado con una mujer llamada Coti y juntos tuvieron dos hijos y al menos una hija. Sus hijos eran Cogaz y Gewi, quienes aparecen en muchas otras historias relacionadas con Kaang.

En uno de los mitos, la hija de Kaang se enfada con él e intenta destruirse arrojándose entre las serpientes. Pero en lugar de matarla, el jefe de las serpientes se casa con ella. Kaang entonces envía a su hijo Cogaz a traerla de vuelta y le presta su diente para hacerlo más fuerte. Cogaz y sus compañeros se cubren sabiamente de juncos, lo que les impide ser devorados por las serpientes.

Otro mito relata cómo Kaang encuentra un águila comiendo miel en un acantilado. Kaang, que aparentemente tenía un gusto por lo dulce, le pide algo de miel. Sin embargo, el águila lo engaña y atrapa a Kaang en el precipicio, incapaz de bajar. Kaang envía sus encantos para encontrar a Cogaz y pedirle ayuda. Cogaz lo ayuda a hacer que el agua salga de la roca, lo que de alguna manera lo libera y lo devuelve al suelo.

El enfrentamiento de Kaang con las espinas: Su última batalla y la lección de humildad

La profecía de Cogaz sobre los problemas que causaría la lucha de Kaang se hizo realidad. Su encuentro con las espinas, también conocidas como dobbletjes o gente pequeña, llevó a su desaparición. Un día, Kaang encontró a esta gente luchando entre sí y cuando intervino, se abalanzaron sobre él y lo mataron, y su cuerpo fue devorado por las hormigas. Más tarde, sus huesos fueron reunidos y Cogaz logró curarlo de la muerte, devolviendo el favor que su padre le había hecho antes.

Sin embargo, Kaang no aprendió su lección y, siguiendo el consejo de su hijo, regresó a los dobbletjes y mató a muchos de ellos. Esto finalmente lo llevó a su desaparición, demostrando que incluso un dios poderoso puede ser derrotado por la arrogancia y la falta de humildad.

El legado de Kaang y los bosquimanos: Una mitología que perdura

A pesar de su partida de la Tierra, las historias de Kaang permanecen hasta nuestros días y constituyen el tema central de la mitología de los bosquimanos. Su viaje, sus luchas y sus lecciones enseñan valiosas lecciones sobre la humildad, la compasión y la importancia de respetar la naturaleza.

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