Noche: la diosa de la oscuridad en La Reina de las Hadas
La madre de los malvados
En el poema épico de Edmund Spenser, La Reina de las Hadas, Noche es una figura poderosa y siniestra asociada con la oscuridad y el mal. Es la madre de muchos personajes malvados, entre ellos Duessa, Pyrochles y Cymochles. También es la responsable de ayudar a Duessa a detener el progreso del Caballero de la Cruz Roja y Una, y pasa la mayor parte de su tiempo en el infierno, un lugar apropiadamente oscuro para una diosa oscura.
La encarnación de la oscuridad
Noche es la encarnación de la oscuridad, en oposición a la luz, y por ello se la asocia negativamente. Se la ve como antagonista de la única iglesia verdadera, o del cristianismo en general. Su oscuridad y asociación con el mal la convierten en un personaje aterrador y formidable en el mundo de La Reina de las Hadas.
Una figura compleja y multifacética
A pesar de su naturaleza malvada, Noche es también una figura compleja y multifacética. Es una madre ferozmente protectora de sus hijos, y está dispuesta a hacer cualquier cosa para ayudarlos a lograr sus objetivos. También es una poderosa hechicera, capaz de controlar las fuerzas de la oscuridad y la muerte.
Un recordatorio del poder de la oscuridad
Noche es un recordatorio del poder de la oscuridad y la tentación. Su presencia en La Reina de las Hadas sirve para advertir a los lectores de los peligros del mal y la importancia de permanecer fieles a la luz. Es una figura poderosa y aterradora, pero también es una fuerza necesaria en el mundo, ya que sin ella, no habría contraste con la luz y el bien.