San Efflam y su victoria sobre el dragón
La leyenda de un santo y un rey
La historia de San Efflam es una leyenda que se entrelaza con la del Rey Arturo. Según la tradición, Efflam nació en Gran Bretaña en el año 448 d.C. y era hijo de un rey irlandés. Siendo muy joven, Efflam se casó con la princesa Enora, pero ambos decidieron tomar votos de castidad. Una noche, Efflam abandonó a Enora y viajó a Bretaña, donde se estableció en la playa de Lieue de Grève, cerca de Plestin-les-Grèves en Trégor. Allí vivió durante un tiempo en compañía de San Gestin.
El dragón de Lieue de Grève
En la región de Bretaña, un dragón aterrorizaba a la población. El rey Arturo intentó derrotarlo, pero fracasó. Entonces, Efflam, a través de sus oraciones, hizo que el dragón se arrojara desde un acantilado al mar. La gente de Bretaña quedó asombrada por el poder de las oraciones de Efflam y lo veneraron como un santo.
La reunión de Efflam y Arturo
Un día, mientras Arturo cazaba en Bretaña, se encontró con Efflam. Arturo reconoció a Efflam como su primo y lo saludó cordialmente. Efflam le contó a Arturo la historia de su viaje y de cómo había derrotado al dragón. Arturo quedó impresionado por la historia de Efflam y lo invitó a unirse a su corte.
El final de Efflam y Enora
Efflam y Enora consagraron sus vidas a Dios y murieron en Bretaña en el año 512 d.C. Efflam fue enterrado en la Iglesia de Plestin-les-Grèves, donde su efigie, de pie sobre un dragón con la boca abierta, adorna uno de sus nichos.