Vortigern: El Rey que Invitó a los Sajones a Gran Bretaña

Vortigern, el Rey Supremos
Vortigern, un enigmático gobernante del siglo V, conocido por su decisión de invitar a los sajones a Gran Bretaña, se ganó el título de "Señor Supremo". Su nombre, que significa "Señor Supremo", esconde su verdadero nombre y muchos detalles de su vida. Las historias que rodean a Vortigern y su interacción con los sajones son una mezcla de leyenda e historia.
La Leyenda de Vortigern
La leyenda narra que tras la muerte del rey Constantino II, los nobles discutían sobre quién de los hijos menores del rey (Uther y Aurelius) heredaría el reino. Vortigern propuso que Constans, el hijo mayor, fuera el rey. Sin embargo, Constans, que se había convertido en monje, fue persuadido por Vortigern para dejar el monasterio y convertirse en rey. Constans aceptó y se convirtió en rey de Gran Bretaña, con Vortigern como su principal consejero.
Vortigern aconsejó a Constans que contratara a los pictos como mercenarios. Constans lo hizo y fue asesinado por los pictos a través de los engaños de Vortigern, que tomó el poder y se convirtió en rey.
Más tarde, decidió emplear a los sajones como mercenarios para luchar contra los pictos. Los hermanos jutos, Horsa y Hengist, llegaron en sus barcos, invitados a vivir en Kent por el rey. Aparentemente, venían a luchar por Gran Bretaña, pero siempre tuvieron la intención de tomar la isla.
El empleo de los sajones como mercenarios tuvo éxito, ya que expulsaron a los pictos, pero las propias fuerzas de Vortigern no fueron lo suficientemente fuertes para luchar contra los mercenarios que había traído a su tierra. Los mercenarios empezaron a exigir más y más suministros y alimentos, y pronto se produjo una disputa sobre los pagos que debía hacer a los mercenarios, y todas las negociaciones se fueron al traste.
El Declive de Vortigern
Poco después, los anglos y los pictos unieron sus fuerzas, aprovechando la debilidad de Vortigern. Algunas leyendas sobre esta crisis hablan de que Vortigern se casó con la hija de Hengist con la esperanza de aliviar las tensiones, sin éxito. Los britanos se vieron abrumados y huyeron de Kent a Londres. Los sajones arrasaron a los britanos durante varios siglos, dominando finalmente toda la isla, lo que llevó a que Vortigern fuera recordado como un rey malvado por su decisión de dejarles entrar.
