Argus Panoptes: El Gigante de los Cien Ojos

El Guardián de Hera
En la mitología griega, Argus Panoptes era un gigante con muchos ojos. Algunas historias lo describen con 100 ojos, lo que dio origen al dicho "los ojos de Argus", que se refiere a ser observado de cerca o seguido por los ojos. Panoptes también se refiere a "todo lo que ve", lo que describe perfectamente a esta criatura griega. Además, poseía una fuerza sobrehumana que utilizaba para derrotar a otras criaturas.
En las historias, Argus era un sirviente de la diosa Hera, esposa de Zeus. En una tarea, Argus fue enviado a matar a un monstruo con patas de serpiente llamado Equidna. El gigante Argus pudo matar a este monstruo mientras dormía dentro de su cueva. En otras historias, Argus mató a un toro que atacaba Arcadia. También mató a una criatura conocida como Sátiro que cometía crímenes contra las personas.
El Protector de Ío
En otra tarea importante, Hera ordenó a Argus que vigilara a una vaca llamada Ío. La vaca era originalmente una mujer humana que era una de las amantes de Zeus. Hera se enfadó porque Ío había estado con su marido, así que la convirtió en vaca. Le pidió a Zeus que le diera la vaca como regalo y él lo hizo. Hera entonces le dijo a Argus que vigilara a la vaca, así que la encadenó a un árbol. El gigante vigilaba a la vaca cerca de donde estaba Hera.
Desafortunadamente para Argus, Zeus envió a Hermes, el mensajero de los dioses, para salvar a Ío por él. Hermes le contó al gigante de los 100 ojos diferentes historias y tocó un instrumento llamado panpipe. Hermes también usó su vara o bastón llamado caduceo para dormir a Argus. Finalmente, Argus se durmió y Hermes pudo matar al gigante.
El Símbolo de Hera
Una vez que Argus fue asesinado, todos sus ojos fueron tomados y puestos en la cola del pavo real. A partir de esto, el pavo real se convirtió en un símbolo de la diosa Hera, ya que reconoció a Argus por su servicio a ella.