Boreas: El Feroz Dios del Viento del Norte y el Invierno

Índice
  1. El Frío Aliento del Norte
  2. El Rapto de Oritia
  3. El Viento y el Sol
  4. El Padre de los Caballos
  5. El Dios Vengativo
  6. Conclusión

El Frío Aliento del Norte

En el panteón griego, Boreas ocupa un lugar único como el dios del viento del norte y el invierno. Su nombre, que significa literalmente "viento del norte", evoca la fuerza y la frialdad de las ráfagas invernales. Boreas era uno de los cuatro Anemoi, los dioses menores que personificaban los vientos y los cambios de estación. Su hogar se encontraba en las montañas de Tracia, desde donde descendía para traer el frío y la nieve.

El Rapto de Oritia

Una de las historias más conocidas sobre Boreas es su rapto de Oritia, la hija del rey Erecteo de Atenas. Boreas se enamoró de Oritia y, después de varios intentos fallidos de cortejarla, decidió llevársela por la fuerza. La arrebató mientras ella jugaba en la orilla del río Iliso y la llevó a su palacio en las montañas. Oritia dio a luz a varios hijos de Boreas, entre ellos los famosos Boreadas, Zetes y Calais.

El Viento y el Sol

En otra historia, Boreas se enfrentó a Helios, el dios del sol, en una competencia para ver quién era más poderoso. Boreas intentó arrancar la ropa de un viajero soplando con fuerza, pero el frío sólo hizo que el hombre se abrazara más a sus prendas. Helios, por su parte, calentó el aire hasta que el viajero se quitó la ropa por su propia voluntad. Boreas se vio obligado a admitir la derrota.

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El Padre de los Caballos

Boreas tenía una estrecha relación con los caballos. Se decía que era el padre de doce caballos inmortales que nacieron cuando se apareó con las yeguas del rey Erictonio de Dardania. Estos caballos eran tan rápidos que podían correr sobre un campo de trigo sin romper una sola espiga.

El Dios Vengativo

Boreas no siempre fue un dios benévolo. Cuando los persas invadieron Grecia, Boreas se puso del lado de los atenienses y desató una tormenta que hundió cuatrocientos barcos persas. También ayudó a los megapolitanos a resistir y derrotar a los espartanos. Por estos actos, los megapolitanos celebraban fiestas anuales en su honor.

Conclusión

Boreas era un dios complejo y poderoso. Su ira podía ser terrible, pero también era capaz de mostrar compasión y amabilidad. Su historia es un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y del poder del viento.

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