Creta: Una isla llena de historia y mitología

Una tierra de mitos y leyendas
Creta es la isla más grande de Grecia y de todo el Mediterráneo. Con una rica historia de más de 9000 años en total, es uno de los lugares más importantes de la antigua Grecia. Creta ya estaba habitada por el año 7.000 a.C., pero durante los primeros miles de años, los cretenses eran probablemente agricultores primitivos que formaban aldeas para criar animales y cultivar alimentos. Hacia el año 2700 a.C., ya conocían los múltiples usos del aceite de oliva; se plantaron grandes campos de olivos y las aceitunas y el aceite elaborado con ellas se comerciaban por todo el mundo antiguo.
Alrededor de esta época, comenzó a surgir la mayor civilización cretense, llamada civilización minoica. El nombre procede del rey Minos, a quien la mitología considera hijo del propio Zeus, el padre de los dioses. Ordenó a Dédalo que construyera un laberinto para capturar al Minotauro, una criatura mítica con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Sus ruinas siguen en pie hoy en día en Knossos, y cientos de miles de visitantes las contemplan cada año.
La civilización minoica
Los minoicos, pueblo de la civilización minoica, no sólo eran grandes agricultores y artesanos con conocimientos para fabricar fascinantes cerámicas y alfarería de arcilla, sino que también eran comerciantes y empresarios de gran éxito. Con las riquezas obtenidas de estos intercambios, construyeron muchas ciudades grandes y famosas, como Cnosos, Festos o Malia. Estos palacios solían tener dos pisos, mucha decoración fina y obras de arte. Los minoicos también inventaron jeroglíficos únicos -letras y signos- para utilizarlos como escritura.
Este periodo está lleno de rica mitología y cultura. Creta se considera el lugar de nacimiento de Zeus -el padre de los dioses-, donde nació en una cueva, según el mito. Sus gemelos, el famoso dios Apolo y la diosa Artemisa, también nacieron aquí. Zeus tuvo que luchar contra muchas criaturas míticas en Creta para librar la tierra de ellas, algunas de las cuales convirtió en piedra y arrojó al mar, creando pequeñas islas alrededor de Creta.
La civilización minoica llegó a su fin repentinamente alrededor del 1500-1450 a.C., cuando Thira, una isla situada a unos 60 kilómetros al norte de Creta, sufrió una erupción volcánica masiva, seguida de un tsunami, que causaron enormes daños a la tierra y a las ciudades de los minoicos por igual, para no ser reconstruidas nunca más y ser abandonadas por la gente.
