Cybele: La Gran Madre de los Dioses

Índice
  1. Origen y Mitología
  2. Familia y Apariencia
  3. Relación con Attis y Legado

Origen y Mitología

Cybele, también conocida como Kybele, fue introducida por los primeros habitantes de Frigia, un antiguo país en Asia Menor, conocido más tarde como Anatolia. Mucho después, tras el ascenso empírico de Roma, Cybele, referida como la Magna Mater o "Gran Madre", se convirtió en un símbolo importante del imperio.

Amada durante el período helenístico de la antigua Grecia, por personas de diversos orígenes, Cybele llegó a ser conocida como la madre de todos los dioses y, finalmente, de toda la vida. Cybele controlaba todos los aspectos de la vida en la Tierra, desde las plantas hasta los animales y los hombres. Toda la fertilidad estaba bajo su control y la gente de Anatolia, que tenía un profundo respeto por la naturaleza, creía que Cybele también tenía el poder de salvar a la humanidad de los ciclos destructivos de la naturaleza. Para la gente de esa época, Cybele llegó a ser considerada una protectora de la civilización misma y era muy respetada.

Familia y Apariencia

En una versión de la historia de Cybele, sus padres son identificados como el dios del cielo y la diosa de la tierra, Zeus y Gaia, una Titánide, respectivamente, lo que convierte a Cybele en una semititán. En otra versión de su historia, se decía que Cybele no tenía padres, sin creación. Algunas personas creen que esta es una historia de origen más precisa para esta diosa y creen que ella siempre existió.

Como la mayoría de los dioses y diosas, la imagen de Cybele cambió con el tiempo. Su imagen, capturada en pinturas, murales, tallas y escritos, generalmente la identifica como una mujer pesada, lo cual es común en la forma en que se representan los dioses de la fertilidad en muchas culturas del mundo. El arte posterior representa con más frecuencia a Cybele embarazada, generalmente vestida con ropas finas.

Relación con Attis y Legado

Cybele estaba estrechamente relacionada con varios animales que habitaban las montañas, como el león y el halcón. A menudo se la muestra, o se la describe, sentada en un carro tirado por un equipo de leones, y con su trono rodeado por muchos animales salvajes, también, actuando como sus asistentes.

La historia más perdurable de Cybele es su amor por un pastor mucho más joven y muy apuesto llamado Attis. Cybele cayó en un ataque de rabia al descubrir que Attis se había enamorado de otra, una ninfa llamada Sagaris. Cybele apareció en el banquete de bodas y aterrorizó tanto a los invitados y a Attis que huyó a las montañas donde cayó al pie de un pino. En su locura, Attis se mutiló a sí mismo y se desangró hasta morir donde yacía. Cybele, quien llegó a lamentar profundamente sus acciones y lloró la pérdida de Attis. Sin embargo, Júpiter le aseguró a Cybele que el pino se volvería sagrado para siempre. Llegó a ser adoptado por los sacerdotes de Cybele, los Galli.

Cybele sigue siendo una figura importante en la mitología y la historia antiguas, y su historia continúa resonando entre la gente de todo el mundo.

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