Echidna: La Madre de los Monstruos

Índice
  1. Orígenes y Vida de Equidna
  2. Echidna y su Relación con Tifón
  3. Muerte de Echidna

Orígenes y Vida de Equidna

Echidna es una figura mitológica griega poco conocida pero temible. Homero en su Ilíada y Hesíodo en su Teogonía son algunos de los escritores más antiguos que la mencionan, y han influido en la narrativa moderna de Echidna. Más allá de lo establecido en estos textos y en otros posteriores, no se sabe mucho sobre ella.

Echidna era un monstruo mitad mujer y mitad serpiente que residía sola en una cueva. Era la esposa de la aterradora criatura Tifón y madre de varios de los monstruos más famosos de la mitología griega.

Su origen es incierto, pero la mayoría de los autores coinciden en que su padre era el dios del mar, Forcis. Se dice que nació y pasó la mayor parte de su vida en la misma cueva, saliendo solo para atrapar y devorar a algún viajero desprevenido.

Echidna y su Relación con Tifón

La mayoría de las historias sobre Echidna tratan de otras figuras mitológicas más prominentes. No hay relatos de sus propias hazañas. Existió principalmente como un personaje secundario, una compinche o una antagonista. Es más conocida por su relación romántica con el horrible gigante Tifón y por ser la madre de sus numerosos hijos monstruosos. Algunos de estos hijos se convirtieron en los monstruos más notorios y mortales de la mitología griega. Aunque las identidades de sus hijos pueden variar según el autor, la mayoría coincide en que fue al menos la madre de Ortro, Cerbero e Hidra. Algunos autores también la señalan como la madre de la Quimera, el León de Nemea, Ladón y el Águila del Cáucaso que arrancó el hígado de Prometeo.

Muerte de Echidna

Según Hesíodo, Echidna no envejecía ni podía morir de muerte natural "todos sus días". A pesar de ello, su inmortalidad no debe confundirse con la invencibilidad. La diosa Hera reconoció el peligro que Echidna suponía para los viajeros desprevenidos y envió al gigante de cien ojos Argos Panoptes a matarla. Argos se coló en la cueva de Echidna y la mató mientras dormía.

La Ilíada de Homero sugiere otro destino: Tifón y Echidna, cansados de ser marginados e indignados por la muerte de sus hijos, declararon la guerra a los olímpicos. Para castigarlos por su rebelión, Zeus desterró a la pareja al inframundo. Los autores Calístenes, Nono y Píndaro especifican además que los dos fueron encarcelados bajo el volcán Etna y arrojan fuego de la tierra hasta el día de hoy.

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