Eneas: El héroe troyano que fundó Roma
El origen de Eneas
Eneas es un héroe troyano que aparece tanto en la mitología griega como en la romana, aunque es más destacado en los relatos romanos. Su historia de origen se cuenta en el "Himno a Afrodita" de Homero. Afrodita hizo que Zeus se enamorara de las mujeres mortales, y Zeus decidió vengarse. Provocó su enamoramiento de un ganadero llamado Anquises.
Después de que la diosa y el mortal concibieran a Eneas, Afrodita reveló su verdadera identidad como diosa a su amante. Anquises temía por su seguridad, pero Afrodita lo convenció de que estaría protegido siempre que nunca mencionara su encuentro con ella a nadie. Afrodita lleva a su bebé a las ninfas del monte Ida para que lo críen hasta que cumpla los cinco años, y luego Eneas regresa con su padre.
Eneas en la guerra de Troya
Eneas juega un pequeño papel en La Ilíada de Homero. Es el lugarteniente principal de Héctor, así como el líder de los dardanios, aliados de los troyanos. Con frecuencia recibe la ayuda de su madre y de Apolo. Por ejemplo, los dos lo rescataron de morir casi en combate con Diomedes. Eneas incluso recibe la ayuda de Poseidón, que normalmente está del lado de los griegos, cuando es atacado por Aquiles.
El viaje de Eneas a Italia
La Eneida de Virgilio continúa la historia de Eneas. Se cuenta que es uno de los pocos troyanos que quedan y que no fue asesinado ni obligado a esclavizarse. Unió a un grupo de hombres, que se conocieron como los enéadas, y partieron hacia la tierra de Italia. Después de una búsqueda de seis años de un nuevo hogar, el grupo finalmente se estableció en Cartago, donde Eneas gobernó junto a la reina Dido. La madre de Eneas le envió entonces un mensaje convenciéndole de que abandonara Cartago en silencio.
Al enterarse de esto, Dido pronunció una maldición que causó un odio eterno entre Cartago y Roma, dando lugar a las guerras púnicas. Eneas y su tripulación viajaron a la costa occidental de Italia y el rey de los latinos, Latino, les permitió iniciar sus vidas en el Lacio. Una profecía que proporcionaba información sobre que la hija del rey se comprometería con Eneas en lugar del hombre al que se le prometió hizo que ese hombre declarara la guerra a Eneas. Eneas ganó, y sus descendientes, Remo y Rómulo, fundaron Roma en la tierra del Lacio.