Los Ourea: Los Dioses Griegos de las Montañas
Los Ourea son descendientes de la Diosa Gaia, la Madre Tierra. Este linaje fue importante en la mitología griega porque explicaba el contorno de los acontecimientos naturales en las colinas que rodean las islas. Gaia tuvo nueve hijos que fueron conocidos como los Ourea: Aitna, Athos, Helikon, Kithairon, Nysos, Olympus, Oreios, Parnes y Tmolus. Cada hijo de la diosa de la naturaleza hizo su hogar en una montaña alrededor de Grecia. Sobre cada montaña, los griegos erigieron monumentos oraculares para marcar el reconocimiento de la presencia de cada deidad.
Los Ourea en la Mitología Griega
La dificultad para entender a los Ourea en el mito griego proviene de que estas deidades están clasificadas como primordiales. Precedieron a la interacción de dioses mayores como Zeus, Apolo y Afrodita. Su presencia fue establecida por los poderes fundadores como Cronos y Urano. En el mito griego antiguo, los Ourea son equivalentes a la noción moderna de poderes elementales. Esta colección de descendientes cósmicos controlaba los aspectos naturales experimentados en la región. No siempre estaban activamente involucrados en las luchas humanas, pero sus caprichos tenían el poder de influir en la historia.
El Declive de los Ourea
A medida que la sociedad griega progresaba, la importancia de los Ourea en la cultura disminuyó un poco. Los Ourea eran considerados entidades terrenales que solo eran poderosas en el reino físico. Esto contrastaba con los dioses elevados que podían influir en asuntos espirituales. Aunque los cuentos humanos a menudo ignoran la importancia de los dioses elementales, los miembros de la Orden Olímpica siempre los tienen en alta estima. Zeus consideraba a Parnes como sagrado. Incluso los griegos modernos consideran a Athos como la "montaña sagrada".
Los Ourea en la Mitología Moderna
Los Ourea son uno de los únicos linajes que existen desde los comienzos primordiales de la mitología griega hasta la psique de los griegos modernos de hoy. Encarnan el papel de la naturaleza, la geografía y lo inexplicable en casi todos los cuentos mitológicos griegos.