Maia, la madre nutricia de la mitología griega
La tímida diosa de las montañas
Maia era la mayor de las Pléyades, siete ninfas que conformaban la constelación del mismo nombre. Su nombre significa "madre nutricia" y refleja su papel como cuidadora y protectora. Maia era una diosa tímida y reservada que habitaba sola en una cueva cercana a la cima del monte Cilene. Allí, dio a luz en secreto a Hermes, el dios mensajero, fruto de su relación con Zeus.
La crianza de Hermes y Arcas
Maia no solo crió a Hermes, sino que también se hizo cargo de Arcas, el hijo de Calisto, después de que esta fuera transformada en una osa por la diosa Artemisa. Maia demostró su compasión y dedicación al criar a ambos niños, incluso en circunstancias difíciles.
La relación con Gaia y su representación en la literatura clásica
El dramaturgo Esquilo comparó a Maia con Gaia, la diosa de la tierra, debido a su papel como madre nutricia. En algunas ocasiones, incluso usó los nombres Gaia y Maia indistintamente, refiriéndose a la diosa de la tierra como "Gaia Maia", que significa "madre nutricia de la tierra". Maia aparece en numerosas obras de la literatura griega clásica, aunque su historia personal sigue siendo en gran medida desconocida.
Las Pléyades, las siete hermanas
Las Pléyades son comúnmente conocidas como un cúmulo de estrellas, también llamado las Siete Hermanas. En el hemisferio norte, estas estrellas son más visibles durante el invierno. Aunque en la astronomía moderna forman parte de la constelación de Tauro, algunos astrónomos griegos las consideraban una constelación independiente, de ahí su nombre.