Mantikhoras: La Bestia Comedora de Hombres de la Mitología Griega
El Mantikhoras era una bestia devoradora de hombres de origen persa. No apareció activamente en la mitología griega. En cambio, los escritores y espectadores lo introdujeron en la cultura griega. Las descripciones de la legendaria bestia circularon entre escritores y eruditos, convirtiéndola en un monstruo temido en toda Grecia y más allá.
La Primera Descripción de Mantikhoras
Hay poco texto sobreviviente con respecto a esta bestia, pero la mayoría de los eruditos están de acuerdo en que una de las primeras descripciones griegas sobre los Mantikhoras provino de Ctesias, o Ktesias.
Ctesias fue un médico griego que sirvió en la corte persa de Artajerjes II. Escribió un libro, titulado "Indica", que circuló entre escritores griegos y romanos. En él, habla de los Mantikhoras.
Dice que tenía rostro de hombre con penetrantes ojos azules. Sin embargo, su cuerpo es tan grande como el de un león y su piel es tan roja como el cinabrio. A pesar del rostro humano, los Mantikhoras tenían tres filas de dientes feroces.
Ctesias luego pasó a describir la cola del monstruo y las capacidades de lucha con gran detalle. Dijo que el final de la cola tenía un aguijón que parecía de escorpión. Sin embargo, tenía un codo de largo y siempre daba picaduras fatales. Aguijones adicionales se encontraban a cada lado de la cola, y uno emergió de la cabeza del monstruo.
Habilidades Mortales
El Mantikhoras era completamente capaz de dar golpes fatales de cerca. Pero según Ctesias, no necesitaba estar al alcance para matarte. Los enemigos distantes no eran rival para sus aguijones. Según se informa, el monstruo disparó los aguijones de su cola como un arco. Podían alcanzar grandes distancias, eliminando enemigos desde cien pies. Cada aguijón tenía un pie de largo, infligiendo daño fatal a todas las criaturas excepto al elefante.
Ctesias dijo que los Mantikhoras se alimentaban de muchos animales. Pero prefería matar y devorar humanos. Por alguna razón, no atacó a los elefantes. Por esta razón, los nativos los cazaban con lanzas usando elefantes como monturas. Aun así, los Mantikhoras eran una bestia temida a la que los lugareños no se atrevían a acercarse.