Oreios: El Dios de las Montañas Olvidado
El Origen de Oreios
En la mitología griega, Oreios era un dios menor que personificaba las montañas. Era uno de los diez Ourea, dioses que representaban las montañas del mundo conocido. Oreios presidía sobre una montaña famosa, gobernando un lugar prominente que sirvió de telón de fondo para muchas historias.
Según la "Teogonía" de Hesíodo, el mundo surgió de un estado de nada primordial llamado "Caos". El universo estaba en su infancia, y la vida, tal como la conocemos ahora, no era más que un sueño lejano. Un día, Gaia emergió del Caos. Gaia es la personificación de la Tierra, esencialmente actuando como la madre de todas las cosas. Ella comenzó la vida misma, ¡convirtiéndola en una antepasada temprana de todos los inmortales que siguieron!
Gaia finalmente dio a luz a Urano, Eros y los Ourea. Los Ourea son los semidioses que representan las montañas del mundo conocido. Hay diez Ourea en total. Los Ourea consideraban a Gaia su madre. Pero no tenían un padre. Gaia los creó por su cuenta para añadir variedad a las tierras.
El Monte Othrys - El Dominio de Oreios
Hay algunos relatos contradictorios sobre qué montaña presidía Oreios. Algunos relatos mencionan al semidiós gobernando sobre el Monte Oita (Oeta). Está en el centro de Grecia, lo que podría ser la fuente de la confusión. Otros poetas dicen que era el rey de la cordillera del Pindo en el norte de Grecia.
A pesar de esos relatos contradictorios, la mayoría de los eruditos modernos coinciden en que la deidad vivía en el Monte Othrys. Esta montaña está en el centro de Grecia, con una altura de aproximadamente 1.726 metros. No es la montaña más grande del país, pero sigue siendo significativa.
El Monte Othrys es el lugar de la base de los Titanes. Después de que Zeus desafiara a Cronos y le obligara a vomitar a los Olímpicos, las dos generaciones de dioses establecieron bases en diferentes montañas. Los Titanes fueron al Monte Othrys mientras que los Olímpicos fueron al Monte Olimpo.
Lo que ocurrió después fue una guerra tumultuosa que duró una década. Conocida como la Titanomaquia, es el final del Mito de la Sucesión. La Titanomaquia terminó cuando Zeus avanzó las fuerzas olímpicas al Monte Othrys con los Hecatonquiros y los Cíclopes. Los Hecatonquiros y los Cíclopes arrojaron rocas al Monte Othrys hasta que los Titanes cayeron.
Los Olímpicos llegaron al poder y Zeus tomó el manto de rey. En cuanto a los Titanes, fueron desterrados al Tártaro y el Monte Othrys fue abandonado.
Durante este tiempo, Oreios no se encontraba por ninguna parte. No hay relatos escritos sobre el semidiós apareciendo durante la Titanomaquia. Sin embargo, lo mismo se aplica a Olimpo, el Ourea del Monte Olimpo. Los dos dioses se mantuvieron neutrales y no intervinieron en absoluto. La guerra fue entre dos generaciones posteriores de dioses, y todas las deidades primordiales se mantuvieron alejadas del conflicto.